¿CÓMO ELEGIR LA ORIENTACIÓN DE TU VIVIENDA?

El simple hecho de vivir en una casa bien orientada puede llegar a hacernos ahorrar hasta un 70% en nuestra factura de la luz.

A la hora de elegir una vivienda solemos fijarnos más en la distribución, ubicación, precio, materiales, etc. Sin embargo, sin tan siquiera darnos cuenta en la mayoría de los casos, nos olvidamos de algo tan importante como la orientación, pero lo cierto es que tanto las horas como la posición del sol tienen un impacto directo en el confort, la habitabilidad y el ahorro de energía.

Dependiendo de su posición, la entrada de luz y calor del sol tendrán diferentes efectos en nuestra casa. Por lo tanto, podemos utilizar este recurso natural para hacer más cómodo nuestro hogar.

 

La Orientación

El término orientación hace referencia a la posición del sol en relación con nuestro edificio o vivienda. Esto significa conocer la trayectoria del sol, cómo nos iluminará y cómo nos dará sombra durante el día, y cómo se irá modificando esta situación en función de las diferentes épocas estacionales.

Por esta razón, lo primero que debemos saber al adquirir una nueva casa es su ubicación.

Son varios los motivos que hacen de la orientación un factor clave y esencial en el hogar. Las habitaciones ganan amplitud visual cuando están bien iluminadas. Una casa que recibe luz y radiación solar, nos ofrece una mejor calidad de vida y un mejor bienestar que una casa más oscura.

Tipos de Orientación

Como sabemos, nuestro planeta se divide en Hemisferio Norte y Hemisferio Sur. En nuestro caso, puesto que Europa se encuentra de la línea del ecuador hacia arriba, estamos situados claramente en el Hemisferio Norte.

Dicho esto, conozcamos un poco más sobre él, así como los diferentes tipos de orientación, ya que serán los que nos indiquen cuál es la mejor dirección para ubicar nuestra vivienda.

Hemisferio Norte

• Invierno

En esta estación, los días son más cortos. Además, el arco trazado por el sol es más pequeño y cercano al sur, tanto al amanecer como al atardecer. De manera que, en invierno, la salida del sol es por el sureste y la puesta por el suroeste.

El Norte no recibe rayos directos del sol en invierno y la incidencia de éstos, es más horizontal que en verano, puesto que la situación del sol es muy inclinada.

• Primavera

En primavera, el Sol sale justo por el este y se pone por el oeste. Es a partir de esta fecha, conforme van pasando los días, cuando el Norte empieza a recibir un poco de radiación solar tanto en las primeras horas de la mañana, como con los últimos rayos de Sol al caer la tarde.

• Verano

En verano los días son más largos, ya que el arco trazado por el Sol es más amplio y vertical. En esta estación, la salida del Sol procede del noreste y la puesta se da por el noroeste. De este modo, el Norte recibe radiación y luz solar tanto a primera hora de la mañana como al final de la tarde. En este caso, la incidencia de los rayos solares es más vertical.

• Otoño

En la estación de otoño, veremos salir el Sol por el este, mientras que la puesta será por el oeste. En esta época, el Norte deja de recibir radiación solar directa, por lo que los días se van acortando a medida que se acerca el invierno. Es en estas fechas cuando el Sur volverá a convertirse en el principal receptor de radiación y luz solar.

Diferentes Orientaciones y sus Características

• Orientación Sur

En esta orientación, el sol ilumina durante todo el día en las estaciones de invierno, primavera y otoño. En el caso del verano, tan solo en las horas centrales del día, que es cuando hace más calor.

Esta opción es ideal para zonas con climas fríos, puesto que nos brinda la posibilidad de aprovechar la radiación solar durante todo el año. No obstante, en aquellas zonas más cálidas debemos considerar el coste adicional que nos supondría el aire acondicionado, así como colocar unos toldos o cualquier otro sistema para protegernos del sol.

Las salas de estar o salones, comedores y dormitorios, se sitúan normalmente al Sur, pues el calor que se ha acumulado durante el día, se libera por la noche.

• Orientación Sureste

La orientación Sureste es otra de las mejores opciones para una vivienda. Es decir, en aquellas zonas más calurosas puede ser más aconsejable que mirar hacia el Sur. En invierno, obtendremos radiación solar durante todo el día, principalmente en las horas de la mañana.

Sin embargo, en verano, la radiación solar que recibiremos será menor a partir del mediodía.

• Orientación Este

En esta orientación, el sol nos dará desde el amanecer hasta el mediodía. El calor se acumula durante el día y se irá liberando a lo largo de la tarde y noche.

En las zonas cálidas suele ser la alternativa al Sur, mientras que en las zonas frías la casa permanecerá caliente por la mañana, pero se volverá más fría por la noche. En cuánto al consumo de energía no es demasiado elevado, dado que, gracias a su orientación, es posible ahorrar en calefacción durante el invierno.

• Orientación Noreste

En la orientación Noreste, el sol no nos dará directamente en todo el día durante los meses de invierno, mientras que en verano tan solo recibiremos radiación solar por la mañana. Esta ubicación podemos utilizar para dedicarla a garajes, trasteros o cualquier otra zona de la casa a la que demos menos uso. 

• Orientación Norte

Los rayos solares no inciden directamente en esta orientación, por lo que en verano tan solo recibirá luz solar en las primeras y últimas horas del día. En nuestro país, esta no suele ser muy buena elección para orientar la casa. Pues entra mucha menos luz en nuestro hogar, y eso también hace con que los costes de calefacción sean más elevados.

Sin embargo, puede ser una excelente opción para oficinas, ya que solo recibe radiación directa por las mañanas y por las tardes durante el verano, lo que le proporciona a la estancia una cantidad uniforme de luz a lo largo de todo el día. 

• Orientación Noroeste

Tal como sucede en el caso de la orientación Noreste, en invierno no nos dará el sol en todo el día. Respecto al verano, la incidencia de los rayos solares se dará desde el mediodía hasta el momento de la puesta de Sol.

• Orientación Oeste

Dependiendo del clima del lugar donde tengamos nuestra residencia habitual, así como el tipo de actividades diarias que normalmente realicemos, esta podría ser una buena dirección alternativa a la orientación Sur u Oeste.

La incidencia directa de los rayos solares será desde el mediodía hasta caer el Sol, por lo que ayudará a calentar la casa antes de que caiga la noche.

Ahora bien, si nuestra vivienda se encuentra en una zona con veranos muy calurosos, con esta orientación tendremos un recalentamiento excesivo en las habitaciones al finalizar el día. Para ello, si fuera este tu caso, lo más aconsejable es utilizar toldos verticales, especialmente en verano.

• Orientación Suroeste

En invierno, la radiación y luz solar incide prácticamente durante todo el día, es decir, desde el mediodía hasta caer la noche.

En verano, por su parte, también nos dará el Sol a partir del mediodía, cuando aún se encuentra en una situación muy vertical. Puede ser otra buena alternativa a la orientación Sur, sin embargo, en zonas más calurosas, la casa podría calentarse en exceso por la tarde.

 

Conclusión:

En zonas muy calurosas, lo mejor es evitar la exposición directa a la orientación Sur, especialmente en verano. Aun así, si nuestra casa estuviera orientada en esta ubicación, siempre podremos utilizar sistemas y métodos como toldos, o aislamiento térmico para mantener una temperatura más agradable en el interior de la vivienda.

Para climas fríos, suele ser una buena opción la Orientación Oeste, mientras que para climas cálidos es preferible una Orientación Este.

De cualquier modo, no olvides que tu casa debe estar orientada en función a como sea más rentable para ti, desde la ubicación, hasta el uso que vayas a hacer de cada una de sus estancias. Ante todo, debes pensar siempre tanto en la optimización del consumo energético aprovechando al máximo la radiación y luz solar, como en el confort de tu hogar.